El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de Valladolid y la Universidad de Pisa, con asistencia del Laboratorio de Propulsión de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Astrofísica y el Instituto de Astrofísica Espacial y Física Cósmica, ambos organismos italianos.
¿Por qué podría pasar esto? Según el estudio, una “incertidumbre orbital” del asteroide, causada por el efecto de Yarkovsky podría causar una desviación de la trayectoria. Dicho efecto dice que en objetos que mantienen una rotación, su trayectoria puede verse afectada por la acumulación de energía aportada por los fotones térmicos con los que es bombardeado. El eje de rotación del asteroide entonces podría enviarlo directamente a nuestro planeta.
Pero, de nuevo, calma, no le dejes cartas desde ahora a los sobrevivientes del futuro ni a tus tataratataranietos. El 1999 RQ36 mide apenas medio kilómetro de diámetro, y podríamos esperar que en 170 años la ciencia haya avanzado lo suficiente como para lograr evitar el impacto.
De todos modos vale la pena tener en mente el plan B: congelen o clonen a Bruce Willis en este instante. Y a Aerosmith.
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