19 de diciembre de 2011

Festival Navideño Oaxaca 2011 llena de sonrisas a la capital oaxaqueña

Este lunes, ya de vacaciones, Abraham, de seis años de edad, se levantó muy temprano y lleno de emoción, pues su papá le había prometido que lo llevaría al Festival Navideño para que pudiera deslizarse por el tobogán de hielo. Desayunó y salió de casa junto a sus papás y sus dos hermanas.

En cuanto llegó al campo anexo al estadio de Beisbol, corrió de inmediato a formarse en la fila para subir al tobogán. Mientras espera, junto a su papá, mueve nerviosamente sus piernas y constantemente cuenta el número de personas que faltan para que “le toque a él”.


Llega su turno, toma su deslizador en forma de dona y sube a lo alto de la plataforma de seis metros. Desde ahí, saluda con la mano a su mamá y hermanas, mira a su papá que está junto a él y se lanza. Pasan algunos segundos para que llegue al final del tobogán, rápidamente un voluntario le ayuda a llegar a la salida, donde le espera su papá.

“Es muy divertido, hasta me di una vuelta, sí me dieron nervios pero no cerré los ojos”, le cuenta emocionado a su hermana que no está muy convencida de subirse.

Aún con la adrenalina en la piel, Abraham confirma que estaba muy decidido a bajar por el tobogán a pesar de la altura, “no está tan frío pero sí muy alto, sí sentí nervios pero me aguanté y después se me quitaron”

Además de Abraham, los primos Alejandro, Javier y Gabriel, también disfrutaron de este atractivo del Festival Navideño Oaxaca 2011. A su corta edad, mostraron gran valentía y subieron al tobogán de hielo. “Se sienten cosquillas en la panza” afirma Alejandro con una sonrisa franca e inocente.

Al preguntarles si se deslizarían nuevamente por el tobogán, Javier y Gabriel piensan un poco antes de responder “hoy no, a lo mejor mañana o el otro sábado”.

En otra parte del campo anexo al estadio de Beisbol, está la pista de hielo de 800 metros. Aquí también hay decenas de padres e hijos que juntos aprender a dominar el hielo bajo sus pies, montados en sus patines.

Marcos, de 35 años, y su hijo Isaac, de 10 años, vienen del Barrio El Coquito de San Juan Chapultepec. Durante la primera emisión del festival en el año 2010, Marcos e Isaac disfrutaron de la pista del hielo y “aprendieron algunos trucos”.

Marcos consideró una excelente idea del gobierno preparar todas estas actividades que permiten que los niños y papás enfrenten retos juntos, como patinar en el hielo.

“Lo más importante es que no importa si no sabes patinar sobre hielo, porque los chavos voluntarios te van ayudando y sin duda para mí vale la pena hacer actividades junto a los niños” afirmó.

En este festival, también hay juegos mecánicos gratuitos para chicos y grandes; eurobongie y muro de escalada para los más aventados; así como comida y presentaciones musicales para pasar una tarde en familia. Jóvenes voluntarios brindan la atención necesaria para que el acceso a los juegos sea dinámico y fácil, de manera que puedan disfrutar de todas las actividades preparadas para su diversión.

Cabe mencionar, que para el acceso a todas las actividades del festival, existen reglamentos que deberán observarse para garantizar la seguridad y la diversión de los niños y sus familias.

Además, más de 100 elementos de seguridad pública estatal y municipal, bomberos y protección civil están al pendiente para garantizar la salvaguarda de los asistentes.

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